Odaiba

De Asakusa, nos fuimos con Shigeo a Odaiba, en la bahía de Tokio. Odaiba es un barrio moderno (en términos de Japón, que es mucho decir), construido durante la década del menemato, sobre terrenos ganados al mar por depósito de basura. Una especie de Puerto Madero, para el Buenos Aires querido. Es Odaiba, en realidad, una isla, a la que se llega en barco, por supus, pero también a través del Puente del Arcoíris, un largo puente colgante por el que pasan autos y trenes.

Además, en Odaiba hay una playa artificial, a la que llagamos con la caída del sol. Vimos el  atardecer con un sol redondo y rojo que nos hizo acordar mucho a los atardeceres frente al mar de Chile. Los ruidosos edificios de Tokio eran sólo sombras dibujadas a lo lejos frente a la luz del sol. Fue una sorpresa poder disfrutar de esa tranquilidad estando tan cerca de la ciudad.

El sol se fue colando, solito, de chanfle, entre los edificios negros:

Se fue él. Y quedaron los colores del cielo y de las luces, reflejados en el agua.

Y quedó el puente del arcoíris iluminado en la noche.