sábado, 26 de febrero de 2011

Set-to

En Japón transliteramos el inglés y un juego (set) de algo se llama "set-to", con doble te y la imposibilidad de terminar sílabas en una consonante que no sea la ene. Así, un juego pequeño (small) es un "smoru setto". Eso pedimos todos los mediodías para el almuerzo en la cafetería: un juego de plato, arroz y sopa, en pequeñas porciones, un smoru setto.

Éste sería un ejemplo de smoru setto de sushi, comprado en el súper. Notoriamente simpáticos los dibujitos del celofán que envuelve los conitos.

domingo, 20 de febrero de 2011

Fiesta revolucionaria

Bueno, muchachos, hemos visto de todo. Hemos visto pulular las remeritas por todo el mundo. Los tatuajes en los brazos de los ídolos deportivos de antaño. Pero esta imagen mural, encontrada en el bar "Café Latino" de Roppongi, supera todo lo visto. Por la alegría de los comandantes sonrojados, por el colorido y por... ¡las Coronas!:


No sabía del gusto de los barbudos por la cerveza, pero parece que es muy grande. A celebrar, amigos, ¡por la revolución!

lunes, 14 de febrero de 2011

Más nieve

La nevada más fuerte del invierno nos agarró volviendo del laburo. Quedó todo muy blanco, muy frío y muy lindo. Aquí los testimonios gráficos y audiovisuales:


Al día siguiente la nieve tapaba todo:


Y los abnegados trabajadores del IPMU, trajeados como todos los días, salieron a despejar el hielo del camino. Yo, abrigadito en mi despacho...:

domingo, 13 de febrero de 2011

Pájaros

Di una vuelta por atrás del predio del instituto. Me encontré con los pájaros danzantes, que todas las tardes colman los cables y los árboles y salen a comer. Aunque simpáticos de lejos, al verlos de cerca me trajeron imágenes de cierto clásico del suspenso que no me gusta recordar.

Foto y video:


Carteles

En mi paseo en bici encontré estos carteles, muy gráficos, muy simpáticos.
Si entendiera lo que dice el texto, creo que los mandaría a proyecto cartele.

Esto no se sabe si se puede o no se puede hacer:


Me parece bien que no se pueda hacer fuego, arrancar flores o jugar al rugby con los pajaritos, ¡pero que no se pueda darle coletazos a los carteles, me parece injusto!:


Hablando de carteles, otro día, caminando por una calle solitaria en Tokio, me encuentro con esta indescifrable amenaza:


El primer plano del cartel. (¿Rellene el globito?):


Por las dudas, rajé para el otro lado...

Furor por el deporte

¿Furor?, ¿pasión?,... ¿furia?

En un paseo en bici por el Kashiwanoha park, me encuentro con las actividades deportivas y recreativas que cada fin de semana le dan vida a este hermoso espacio verde. El deporte es salud, dicen. Y debe ser cierto, salvo para las gargantas de estas niñas, verdaderas fieras de una versión peculiar y escolar de dobles de tenis:

jueves, 10 de febrero de 2011

De vuelta en un restaurante favorito

En ocasión de despedir a las Elenas y Sergei, pudimos volver a un restaurante del Lalaport, uno de nuestros preferidos. En una entrada de octubre de 2010, ya había mostrado la extensa variedad de platos hechos a base de tofu. Ahora agrego unos detalles: la experiencia del servicio japonés:


Y el dibujito del mantel, con motivo del Mamemaki:

miércoles, 9 de febrero de 2011

Origami al paso

Durante el té de hoy uno de los compañeros del IPMU nos dio una demostración de origami haciendo una grulla con un papel de caramelo. Le costó pero al final lo logró. Viendo la delicadeza de sus dedos me doy cuenta de lo lejos que estaría yo de hacer algo parecido.

Sushi lúdico

Hoy al almuerzo me fui con mi compañero de oficina, Simon-san, al lugar de sushi con carrousel que queda cerca del IPMU. El sistema es muy entretenido. Además de poder pedir el sushi que uno quiere usando una pantallita en la mesa y que el plato venga solito por el carrousel, cada 6 platos que uno consume y manda por la ranura, se activa un "jueguito" en la pantalla. Si la fortuna acompaña, que lo hace cada  4 o 5 veces en promedio, uno se lleva un souvenir.

Segunda nevada

De nuevo nos despertamos con nieve, ¡pero esta vez con nieve en el aire! Muy linda la vista desde el balcón:


sábado, 5 de febrero de 2011

Don Mateo

Sin saber qué me depararía contratar los servicios de un peluquero con el que no podría comunicarme, pero con el deber de que mis pelambres no llegaran al suelo, tomé una drástica decisión: dejarme llevar por el destino. Me entregué, pensando que me harían el típico corte de rata, de dos centímetros de largo, que hace todo peluquero sin importar qué le pida uno. Esperaba la pregunta del final:  "¿lo quiere así o más largo?"

En definitiva el proceso contó con los mismos pasos de lavado corte y secado de cualquier lugar, pero por supuesto, tuvo el toque teatral japonés, la profusión de toallas, de tijeras de variados estilos y un despliegue coreográfico del peluquero y su asistente. Lástima que por falta de pila, Melina no pudo filmar todo el espectáculo. Sólo tenemos unas fotos:




Y el corte fue el mejor que me hicieron en años (claro que no me corto el pelo muy seguido).

Cafetín de Tokio

Después de la búsqueda de hogar vimos un pintoresco cafecito en una calle de Asakusa, nuestro futuro barrio, y no pudimos menos que entrar. La ñata contra el vidrio....

La moderna decoración es lo que nos atrapó:






Y a Melina, más que el café, le fascinó la mini-jarrita de leche:


Muy bueno el futuro barrio...

Búsqueda de hogar

Este sábado lo dedicamos a buscar deptos para alquilar en la zona de Asakusa, en Tokio. Queremos vivir más cerca del mundanal ruido. Nos acompañó un señor de la inmobiliaria, con su proverbial eficiencia japonesa: lo tuvimos que esperar una hora y nos mostró tres deptos en 3 horas...

viernes, 4 de febrero de 2011

Luc Skywalker

Nos visita Luc Dessart, renombrado supernovero francés. Se queda un mes y coincide con la visita de Sergei Blinnikov y Elena Sorokina. ¡Cada vez somos más! Luc nos dió un seminario sobre sus modelos:

jueves, 3 de febrero de 2011

El año del conejo

Empieza un nuevo año, el del conejo. Hoy es el año nuevo chino. La celebración se llama Setsubun. En el IPMU nos repartieron unos simpáticos conejitos hechos con origami, con una moneda de la suerte adentro.


Y a la hora del té participamos del ritual Mamemaki en el que se le tiran porotos de soja al demonio Oni para ahuyentarlo y que venga la buena fortuna.
Acá los porotos:


Y acá un verdadero Oni: