domingo, 20 de marzo de 2011

Castillo de Fukuyama

El castillo de Fukuyama


tiene una linda vista de la ciudad,


pero lo más lindo que tiene es esta maquinita.


Tecnología de punta.

sábado, 19 de marzo de 2011

La noche del domingo

Justo afuera de la estación de Fukuyama, encontramos una curiosa demostración deportiva. Al mejor estilo de un clásico de la televisión nacional, pero sin Arévalo.



Tomo-no-ura

Un pueblito de pescadores, cerca de la ciudad de Fukuyama. Un pueblo de mar, del Pacífico, con muchas reminiscencias de las caletas chilenas.


Con calles estrechas


Y el toque japonés


Un gato amigo


Un puesto de golosinas del mar



Y un precioso café

 

Con el detalle de los caramelos

viernes, 18 de marzo de 2011

Miyajima

Cerca de Hiroshima, una de las tantas islas de la zona, Miyajima, guarda un tesoro: el santuario de Itsukushima. La forma de atravesar su puerta cambia con la marea.



Los ciervos de la isla tienen hambre. Para comer nuestro sushi, tuvimos que treparnos a un farolito.


Otros ciervos parece que supieran leer y van directo a "here is a restaurant".


En la cima de la isla, ¿un mirador o un refugio de la segunda guerra?

jueves, 17 de marzo de 2011

Genbaku

Un sitio referencial de Hiroshima es la Cúpula Genbaku. Genbaku es la bomba en japonés. Y el sitio es un edificio en ruinas en el centro de la ciudad, uno de los pocos que mantuvo alguna parte en pie. Las paredes del edificio pudieron soportar la onda de la explosión, a pesar de haber estado a metros del epicentro. Justamente, como la bomba explotó en el aire, por encima del edificio, la onda expansiva fue vertical. Destruyó los techos y dejó las paredes. La cúpula del edificio quedó hecha un esqueleto de hierro que le da carácter dramático a las ruinas. Se pensó en demoler los restos para dejar atrás el recuerdo del horror, pero al fin se apuntaló la estructura y se declaró al lugar patrimonio histórico de lo que quedó de la humanidad.

A la orilla del río, la cúpula de la bomba se ilumina de noche y nunca duerme.








Viaje al fin del mundo

En Hiroshima, hay que ver el museo de la bomba. La bomba, ¿se acuerdan? Ese experimento que hizo desaparecer a la ciudad entera, con su gente adentro, y dejó al mundo un poco más paranoico de lo que siempre fue.

El museo en la plaza de la memoria:


Así se veía Hiroshima desde el aire poco después de la bomba. Foto a la foto.


Como se ve, quedó mucho espacio libre para hacer el parque de la memoria. Pero antes de eso, hubo tiempo para que el mundo hiciera muchas más bombitas:


La visita nos sirvió para enterarnos de los efectos de la radiación, de lo que son los miliSieverts y de lo poco que se sabe de todo esto.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Como ratas por tirante

Nota: A partir de ahora voy a agregar unas entradas que narran las dramáticas jornadas vividas por los ponjas después del devastador. Veremos nuestra huida ordenada de Tokio en medio de la amenaza nuclear.


Un día cualquiera, a la tarde, temblamos.
Después de la incertidumbre inicial, todo pareció volver a la normalidad por un par de días. Sin embargo, fueron apareciendo negras nubes en nuestro horizonte: nubes radioactivas. Y empezaron los cortes de luz. Con la amenaza del juicio final, todos los extranjeros empezaron a huir. El asilo quedó vacío y más gris que nunca. El ambiente del IPMU era desolador.

Ante las alternativas de pensar en cómo trabajar sin luz y en dónde comprar las pastillas de yodo, decidimos dejar la ciudad. Aprovecharíamos el ocio forzado para conocer algún lugar de Japón. Sin salirnos completamente del clima imperante, decidimos aprovechar la ocasión para conocer una ciudad que siempre deseamos conocer: ¡Hiroshima!

Con una pequeña valija, salimos de casa hacia el shinkansen (el tren bala). Podríamos decir que cuando se hunde el barco... sirve para otra batalla.


Desde el tren veloz pudimos ver casi todo el Fuji-san, monte sagrado:


(Notad los departamentos con vista al campo).

En próximas entradas, la ciudad de Hiroshima. ¡Saludos...!

viernes, 11 de marzo de 2011

Evacuación sin simulacro

Prevenir es curar. La lección que aprendimos en Japón es que es mucho mejor prevenir antes que después de que las cosas pasen... Pareciera una tautología, pero es algo que en otras latitudes y longitudes no se practica. Nos sirvió el simulacro de la otra vez para saber exactamente qué hacer en este caso, en que llegó un terremoto en serio.

Esto que se ve es la ordenada huída después de los dos minutos de sacudón. Al principio la cámara tiembla pero no por el terremoto sino porque a la vez estoy tratando de agarrar mis cosas para irme:


Quedamos afuera, sin saber del todo qué pasaba:


Vivimos las réplicas entre risas nerviosas y búsqueda de información en los celulares. Los teléfonos no andaban, pero sí la internet y la tele. Las primeras noticias de tsunamis llegaban:


Seguimos esperando que dejara de temblar y eso no pasaba. Salió el sol un ratito,


pero después volvió el frío. Trajeron café y galletitas, las usuales del té de las 3:


Empezó a garugar y un valiente entró al edificio a sacar paraguas para todos


El cielo no ayudaba, con su aspecto apocalíptico


Por el frío, habilitaron el comedor y allí vimos las primeras imágenes del desastre en serio



NOTA: mis entradas venían hace rato con un mes de retraso, pero ya que estos acontecimientos nos tienen a todos alterados, decidí saltear todo lo del último mes y subir esto ya. Más adelante, seguiré poniendo cosas de febrero y marzo, un poco más normales... Así que, miren más abajo que ahí irán apareciendo esas cosas.

domingo, 6 de marzo de 2011

Museo de Arte Contemporáneo

Visita a un lindo lugar, el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio.
Como suele suceder, esta vez tampoco me dejaron sacar fotos adentro. Pero el edificio, la decoración y la caída de la noche sirvieron estas fotos de afuera:




sábado, 5 de marzo de 2011

Maestro pizzero

El heroísmo de hacer una pizza sin horno ni muzarela, ni aceitunas. Una tarea difícil. Una lucha contra los elementos. Con perseverancia las cosas se logran.:


Un ejemplo para nuestra juventud.
El resultado final, sabroso:

Desayuno tecnológico

Aquí se puede apreciar cómo dos personas pueden perder la razón por el aislamiento y la alienación a los que la tecnología actual nos somete. En otros términos, una mañana al dope:

jueves, 3 de marzo de 2011

Esenciales provisiones

Un elemento esencial para sobrevivir en estas lejanas costas.


Compramos por teléfono, nos mandaron por correo, pagamos contra entrega. Mercancía de la mejor calidad. Y la más cara de la historia: 5 kilos por 5000 yenes, más 1000 de envío. Un total equivalente a unos 300 pesos... En realidad, no es tan cara como la yerba que se consigue en los negocios del ramo.

martes, 1 de marzo de 2011

Revisión médica

Por el trabajo, una vez al año hay una revisión médica completa, con exámenes de orina, sangre, vista, oído, cuore, etc. Una prueba para valientes.


Que no por eso no van a sentir un leve vahído después de que la intrusa aguja haga su trabajo....


Valientes es lo que necesitamos.