sábado, 20 de noviembre de 2010

Matsumoto

Cumple y fin de semana sánguche, con martes feriado, las excusas ideales para nuestro primer viaje en Japón, fuera de Tokio. Recién llegados, en el IPMU, habíamos visto una revista japonesa para turistas, llamada Att.Japan, que promocionaba el pueblo de Matsumoto y sus alrededores. Nos gustaron mucho las fotos de montañas, campos, cascadas y termas, así que decidimos ir ahí ante la primera oportunidad que surgiera. Y esa oportunidad fue mi cumple.

Para nuestros colegas, era un poco raro ir ahí fuera de la temporada (que es el verano o el otoño hasta principios de noviembre, cuando los bosques están rojos). Lo nuestro es la heterodoxia, así que salimos igual. Nos fue bastante bien: varios de los lugares a visitar estaban ya cerrados por el invierno, pero zafamos de la hordas de turistas que invaden la zona en temporada.

Hetrodoxos, por no decir otra cosa, también estuvimos para planificar el viaje. Llegamos a la terminal de micros de Shinjuku, en Tokio, 10 minutos antes de que saliera el micro que queríamos tomar. El señor que vendía los boletos nos preguntó, asombrado, si lo que queríamos era realmente un boleto para el mismo día: no había pasajes hasta las 7 de la tarde. Así fue que nos fuimos en tren, que es muy moderno y seguro, pero que cuesta el doble. Este es el tren (llamado Azusa, como el río principal de la región donde está Matsumoto).



Llegamos pasado el mediodía, con un lindo sol y bastante frío.



Lo primero que hicimos fue ir al hotel. Teníamos reservada una habitación chiquita y simpática:


En la próxima entrada les muestro el castillo de Matsumoto, principal atracción del pueblo.

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