Después del buda de oro, seguimos nuestro paseo por el Bangkok áureo. Pasamos por una capilla donde la gente dejaba ofrendas de velas e incienso:
Caminamos un montón por las locas calles y mercados (ver futuras entradas sobre "Las calles de Bangkok" y "La venta callejera").
Llegamos al Monte Dorado o Phu Khao Thong, una colina artificial con un santuario y un chedi, esa especie de campana dorada que se usa para guardar reliquias.
Muy cansados los dos después de subir el cerrito.
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