martes, 11 de enero de 2011

A Hawaii

Viaje de placer a Hawaii. El placer de observar con uno de los telescopios más modernos y grandes del mundo, el telescopio japonés Subaru. Dos noches de observación con esta maravilla de ocho metros de apertura y su fiel espectrógrafo FOCAS, un gran plan para estudiar el interior de algunas supernovas que explotaron el año pasado. Un plan espectacular... frustrado por el clima del "invierno" en las islas de Hawaii. En los cinco días que duró toda la estadía (hay que llegar con anticipación para aclimatarse primero a los 3000 metros de altura donde están los dormitorios, y después a los 4200 metros de la cima donde están los telescopios) la humedad no bajó del 90%, las nubes cubrieron todo, llovió, nevó, heló. Esto se veía desde la ventana del comedor:


El panorama era tan desesperanzador que apenas me enrtetuve sacando fotos a las lindas y odiadas nubes.



El camino a la cumbre quedó cerrado por la tormenta:






De vez en cuando el sol pudo salir entre las nubes y pintar cuadros con el paisaje y las cosas:


En la misma montaña, Mauna Kea, está el observatorio Gemini. Argentina, participante de ese proyecto, puso una banderita en el comedor y centro de operaciones.





Mauna Kea es una montaña sagrada para los hawaianos. Es un volcán extinguido. Lo interesante es que en la misma Isla Grande de Hawaii, existe otro volcán, Mauna Loa, casi tan alto como este, pero en plena actividad.  Mauna Loa es uno de los volcanes con mayor actividad del planeta. Tiene erupciones continuadas desde 1983.

La montaña sagrada de Mauna Kea es la que permitió al pueblo polinésico conocer la nieve. Por eso solo merece ser sagrada, ¿no?

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