Día de lluvia. La mejor alternativa fue elegir un museo. Hasta que aprendamos el idioma y podamos ir al cine, al teatro, al café concert, al stand-up comedy.
Elegimos el Museo Nacional del Arte Moderno de Tokyo (MOMAT) porque era el que más tarde cerraba y ya era un poco tarde al salir.
Perdimos el paraguas en el subte. Lástima porque lo hubiéramos querido dejar en este lindo estacionamiento de paraguas en la puerta del museo:
De la exhibición del museo no les puedo mostrar nada. Una linda amalgama de la tradición oriental con el impresionismo, el cubismo y otras corrientes artísticas europeas llevadas al oriente. Hasta llegar a esa parte del televisor con un señor que se arrastra por el piso, de la pila de cajas de cartón y del cuadro con rayas y letras que debe haber en los museos.
Más bien les puedo mostrar la sala para mirar por la ventana:
El arte retrete:
Y la sala para mirar la pantalla:
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