Se pudrió el tiempo. El plan era subir las montañas y ver más cascadas. Pero la lluvia nos obligó a elegir una alternativa no poco tentadora: termas, masajes y comida. Nos fuimos a Shirahone Onsen, un pueblito con termas, metido en un valle profundo. Y así la pasamos de mal mientras llovía.
Shirahone:
Sus termas:
Sus comidas:
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