Tokio es ciudad de cemento y de millones, pero también es ciudad de paz y agua. Hay que saber buscar. En los recovecos de Shinagawa encontramos el Tokio que se recuesta sobre la bahía y se funde en los canales. El tiempo vuelve atrás de repente y todo se aquieta en el agua quieta. Y el agua nos devuelve la ciudad bañada en sus reflejos.
Estas fotos muestran lo que el torpe dedo detrás de la cámara pudo ver.
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