Röntgen

Tenemos visitas desde Moscú. Un groso de las explosiones de estrellitas, que se trajo su contador Geiger directo desde Chernóbil.

Nos midió los rayitos en el predio del IPMU.

Castellano

En Harajuku pudimos conocer que el catellano es de Argentina y el español es de España. Son las ventajas de ser políglota. Está bien claro.

Nieves

Pasó la lluvia y vino la nieve. Y llegó con todo. La misma calle de ayer, hoy se ve distinta:

Hacemos un muñeco:
 

Así es este fenómeno atmosférico tan peculiar:

A la mañana, camino al laburo, brillan con el sol el parque y las plantaciones de la universidad de Chiba. ¡Todo azul y blanco!

Templos del barrio

Sigue la lluvia y uno camina el barrio de Asakusa hacia Ueno. Se puede disfrutar de una arquitectura licenciosa:

Se pueden encontrar las gotas que quedan:

Y los sapos que salen a los charcos:

En realidad, los sapitos de arriba están en uno de los tantos templos escondidos en el barrio. Parecen ofrendas, pero no sabemos a qué se deben.

Uno de los templos tiene un estanque con peces:

Y un bonito auto estacionado dentro del templo. ¿Será el auto del monje?:

Familia bizca

Salgo a ver la lluvia en nuestra calle. Todo brilla, lo que está mojado.

La misma calle:

El bar de enfrente:

El pedregullo de la entrada:

Y ahí aparece ella, ¡la familia feliz! Pero mirando bien, parece que la familia hizo el bizco mirando el ventilador:

Les debo la explicación de lo que el cartel nos quiere decir. Pero, si salen en familia, no olviden la soga.

Ballet

En Shibuya encontramos un local especializado en danza. En la vidriera, dos piezas incalculables, ¿esperando que pasen Rudolf y Margot a comprarlas?

Ginza II

Domingueando por el coqueto Ginza. Sus negocios para la sociedad de alto consumo y sus calles peatonalizadas.

Y la dama que perdió el guante:

Puentes amarillos

Tokio tiene su homenaje también para el gran Flaco. Cruzando el río  Sumidagawa, los puentes más amarillos que pudiera uno imaginar. Los veo y pienso que seguro ya está Luis mirándolos chillar su amarillo al sol y pintar el agua. O puede ser mi ilusión de tenerlo más cerca.

Fideos al paso

Sede de recitales y eventos deportivos, el Nihon Budokan de Tokio recibe multitudes. Cerca de allí, algunos comercian en puestos callejeros, venden bagatelas y sirven comida.
Un señor sirve fideos a la plancha para llevar. El fritado de noodles es un típico preparado ponja, como puede verse en este picnic. Debe ser algo delicioso.

Las fotos:

Y, en las inmediaciones del estadio, uno que bebió de más y es asistido por las fuerzas del orden:

Bicicleteada

Tenemos sol y frío y una bici. No hay excusas para no salir a dar una vuelta por la ciudad. Enfilamos al centro, al barrio de Maronouchi y los jardines imperiales. Unas pocas imágenes de lo visto.

Un edificio del centro:

La poderosa:

Esculturas fuera del Museo de Artes Decorativas:

Matemática

Encontrado en una esquina de Ueno. Una igualdad indudable. Porque en Japón todo vale.

Interesantes el sitio y los fanzines que publicita la calcomanía.

Hongo

Hongo campus, la sede central de la Universidad de Tokio, cerca de Ueno, con su parque y sus edificios monumentales, es un punto de atractivo de la ciudad y debe ser un motivo de orgullo y placer para los que concurren a la universidad.
Acá va una muestra de su arquitectura en una tarde de sol.

El lago de Ueno

El parque Ueno-koen tiene un lago que se llena de plantas y de patos. Un día de sol total en el comienzo del invierno es una ocasión especial para visitarlo, mirarlo y sacarle fotos. Esta es la galería, patitos en fila:

Patitos de verdad y patos-bote.